Se define la palabra workaholic como una adicción al trabajo. Este término nace ya que en la actualidad es muy difícil encontrar trabajo y es por ello que las personas hacen todo lo que puedan por conservar el que tienen, pues el mayor miedo que se tiene es el llegar a perder un trabajo.
Marina Dolgopol, directora del Centro de Estudios Especializados en Trastornos de Ansiedad (CEETA), describe a los workaholic de esta manera “Se trata de individuos ansiosos, exigentes, a quienes les es más sencillo cumplir de forma permanente con obligaciones que dejar de hacerlo. Esto último les genera más ansiedad, es decir, al ir de vacaciones o “parar” con la actividad, quedan sin el vehículo de descarga habitual, que es trabajar, lo cual termina provocando más ansiedad y estrés en la vida cotidiana”.
Normalmente se ve reflejado en aquellas personas que enfocan todos sus esfuerzos en el trabajo, se desentienden de todo lo demás que está pasando en su vida (vida social, familia, tiempo libre, etc) por enfocarse únicamente en sus responsabilidades y actividades laborales. Pero también se refleja en aquellas personas que dedican más tiempo a la realización de su trabajo con el fin de hacerlo de una mejor manera, aquellas que consideramos personas perfeccionistas, que se esmeran en realizar sus responsabilidades de la manera más perfecta posible.
La diferencia entre ambos tipos de workaholics es que uno llega a un nivel obsesivo por esforzarse en su trabajo y el otro lo hace con una motivación de por medio. Si bien es cierto uno puede verse de manera de negativa y el otro de manera positiva, es importante hacer una reflexión de la actitud que tenemos ante el trabajo, ya que ser un workaholic también puede afectar la salud de las personas.
Autor: Tecoloco.com
978e11da-5223-4e00-a347-12152a25c3ac|0|.0|27604f05-86ad-47ef-9e05-950bb762570c