Los procesos de contratación en una empresa son muy comunes, por vacantes disponibles debido a renuncias, jubilaciones, traslados o nuevos puestos. En todas las ocasiones, la principal razón es apoyar o dirigir a los colaboradores. Aunque es un proceso frecuente dentro de la organización, hay algunas nuevas contrataciones que pueden causar trauma, incertidumbre y disgusto en un grupo de trabajadores; como es el ingreso de un nuevo jefe del departamento, gerente o el mismo presidente. Soló de pensar que se ha trabajo por un largo periodo de tiempo en la misma empresa, junto al mismo jefe, conociendo su forma de ser, días buenos y malos, personalidad, etc. Trazando juntos carrera profesional con éxitos y fracasos, pero con mucho esfuerzo y perseverancia. Y de pronto, una nueva persona, ocupa el lugar de tu jefe.
Debido al cambio de mando, se produce una completa transformación que puede causar incertidumbre. Comienzan los rumores de pasillo entre los empleados ¿Qué pensará el nuevo jefe?, “Ya veras como inician los despidos”, “Es una persona prepotente”, etc.
De forma inconsciente e involuntaria se puede iniciar las críticas destructivas contra el nuevo integrante, incluso sin conocerlo como: “Yo conozco la empresa más que él”, “No sabe nada sobre la compañía, yo tengo 20 años de trabajar aquí”, “Era mucho mejor nuestro jefe anterior”. Todos estos pensamientos lo único que atraen son barrera mentales, que nos pueden llevar a la renuncia o despidos. Ahora surge la interrogante ¿Qué se debe hacer para enfrentar la situación?
La adaptación es la mejor recomendación durante este período de cambio y requiere disposición personal e inteligencia emocional. Comprender que la nueva persona viene con muchas expectativas sobre el puesto, por eso su actitud será imperativo durante el proceso de transición; ya que debe alcanzar objetivos y producir cambios en su nuevo rol.
Otros elementos a tomar en cuenta al momento de enfrentar la situación de tener un nuevo jefe:
- Comunicación. Contribuir con una agradable ambiente laboral, basado en honestidad y confianza, dependiendo de la forma de gestionar del nuevo jefe. Abrir los canales de comunicación en ambas vías. Sin cruzar la línea de confianza, comentando chismes de pasillo, ya que puede influir en tu imagen.
- Análisis. Realiza un diagnóstico de las funciones de tu nuevo jefe durante los primeros 90 días. Determinando las fortalezas de la persona, tu plan de trabajo para ofrecer tus conocimientos y ayuda. Refleja una actitud positiva, de esta forma comenzará a ganar valorar tu trabajo y ganarse la confianza de tu nuevo superior.
- Retroalimentación. Es fundamenta que exista retroacción o “feed-back”. Comparte con el tus nuevos conocimientos, consulta nuevos temas y tu forma de trabajar para conocer tus puntos de opinión. Puede ser que no se encuentre de acuerdo en ciertos puntos, debes hacérselo saber para llegar a un común acuerdo.
Es importante que le hagas saber a tu nuevo jefe tus planes de desarrollo profesional, de esta forma la persona esta consiente de tus objetivos y metas; para tomar en conjunto planes de acción y no llegar a la frustración mutua.