En los últimos años producto de la globalización y la suscripción de tratados de libre comercio, se han incrementado los procesos de adquisición o compra de empresas nacionales por multinacionales. También empresas regionales o aún nacionales con horizontes y estrategias de posicionamiento o crecimiento también han optado por estrategias ampliación y captación de mayor cuota de mercado vía la compra total o parcial de otras empresas de su misma industria o que son parte de su cadena de valor, ya sea proveedores o clientes, en procesos conocidos cómo integración vertical. Todas estas acciones e intervenciones, producto de las estrategias a más alto nivel, han generado ya un buen número de adquisiciones en nuestra región. A manera de adquisiciones emblemáticas está la compra por parte de la multinacional de ventas al detalle Walmart, en el caso de Guatemala de la cadena de Supermercados Paíz, proceso similares se realizaron con las principales cadenas de supermercados en prácticamente toda Centro América y Panamá. En el mercado de las telecomunicaciones en toda América latina, incluyendo por supuesto Guatemala, se dio la compra de las empresas estatales de telefónica fija y acceso a los mercados de telefonía celular por el gigante de las telecomunicaciones del grupo America Móvil del magnate mexicano Carlos Slim, ahora unificadas bajo la marca Claro. Los dos ejemplos anteriores son los más emblemáticos, pero hay muchos otros que demuestran la tendencia comentada.
Las adquisiciones de empresas requieren de un proceso de compra-ventas serio y profesional, que suele en la mayoría de los casos de la participación de asesores y expertos que faciliten el proceso. Asimismo de una metodología que proteja los intereses tanto de la parte vendedora como de la parte compradora. Parte fundamental de dicha metodología es la realización del proceso de diligencias o Due Diligence. Este se realiza para salvaguardar los intereses de la parte compradora por medio de la confirmación de la veracidad de los activos y pasivos reportados por la empresa en venta, confirmar la no existencia de pasivos ocultos, así como para diagnosticar la posición del negocio tanto en la parte comercial, su cuota de mercado, su cartera de clientes y la capacidad para seguir generando ingresos y utilidades a futuro. Reviste primordial importancia auditar la confiabilidad de la situación financiera reportada en sus estados financieros. Este proceso es realizado por consultores expertos con especialidades multidisciplinarias. En adición a la situación del mercado y comercial, y la situación financiera y contable, también puede implicar la verificación del cumplimiento de las leyes jurídicas, fiscales, laborales y medio ambientales por parte de la empresa sujeto de venta y sus probables contingencias.
De acuerdo a nuestra experiencia, no siempre en los procesos de adquisiciones de empresas se valora la importancia del recurso humano y no siempre se pondera adecuadamente su contribución para sostener la operatividad y la continuidad del negocio. El enfoque normalmente es bajo una perspectiva financiera, de auditoría y legal, relegando el factor humano. Esto es un craso error. Por ello consideramos que el proceso Due Diligence debe incluir un diagnóstico certero del recurso humano existente y de las políticas necesarias para garantizar su continuidad y efectividad en la nueva administración. Se debe identificar tanto la cultura organizacional de la empresa en venta y el considerar alternativas para hacerla compatible con la Cultura Organizacional y la misión del grupo comprador o inversor. Esto lo consideramos crucial para el logro del futuro proceso de integración del personal y el posterior desarrollo organizacional. Producto del diagnóstico se deberán también generar estrategias y acciones para conservar y retener al personal clave y aquel considerado como necesario para mantener las operaciones normales del negocio luego del proceso de adquisición. Deben asimismo identificarse los procesos y sistemas claves de la empresa, así como las competencias que se requieren para realizarlos. Lo anterior implica el identificar que personal posee la capacidad y las experiencias para ejecutarlos con eficiencia y eficacia. Es parte de la agenda analizar los aspectos legales involucrados en la relación laboral, la continuidad de las prestaciones y los derechos adquiridos de los trabajadores. Aspectos cómo la política salarial, las escalas salariales vigentes, las políticas de ascensos y promociones deben ser consideradas y tomadas en cuenta. Información existente relativa a las evaluaciones del desempeño y el cumplimiento de metas del personal, deben ser revisadas. Se sugiere cómo un punto relevante, y con las reservas del caso, entrevistar al personal y conocer sus preocupaciones e inquietudes y el clima organizacional imperante. Otros aspectos dentro del Due Diligence es prever cómo se manejarán las jerarquías, las duplicaciones de puestos con otros ya existentes en la empresa compradora. Deberá planificarse y programarse el proceso de reorganización, motivación y optimización de los recursos humanos que serán absorbidos. Esto implica considerar que puestos y personas serán incluidos y cuáles no dentro la nueva estructura organizacional. Debe de elaborarse un plan que incluya las políticas y acciones que regirán el retiro voluntario, los procesos de recolocación y asesoría (outplacement) para el personal que será retirado, y un presupuesto para liquidaciones para el pago de las prestaciones e indemnizaciones contempladas en la legislación laboral.
El éxito de las adquisiciones puede sucumbir y hacerse inviable, si el personal clave de la empresa adquirida se siente amenazado por el proceso de compra venta. Esto cuando sucede normalmente es producto principalmente del mal manejo de la comunicación dentro del proceso y por filtraciones de información incompleta o sesgada, que promueve el temor, la inseguridad, inestabilidad laboral y ante todo incertidumbre sobre el futuro de la empresa.
Es pues imperativo el contar con un plan para el manejo del personal y de las contingencias posibles derivada del proceso adquisición iniciado de la empresa, también es necesario el aplicar estrictas medidas de confidencialidad de la información del proceso de compra venta, y un plan de comunicación de la decisión de venta de la empresa a su personal en el momento oportuno. Debe buscarse el reducir o eliminar los rumores y la desinformación que normalmente provoca resistencia e inestabilidad física y emocional en el personal. Finalmente deberán incluirse dentro las conclusiones y recomendaciones del Due Diligence un plan de retención y manejo del personal clave, y las medidas a implementar para facilitar el proceso de su transición e integración a la nueva empresa.
Las adquisiciones de empresas juegan un importante papel en cuanto al fomento de nuevas inversiones para nuestros países, ya que promueven un aumento de los bienes de capital, facilitan la incorporación de más moderna tecnología, incrementan la producción y oferta de nuevos productos, suben los estándares de calidad y competencia, y promueven la implementación de mejores prácticas administrativas; pero cómo ya mencionamos, también requiere el cuidar y conservar al recurso humano y en especial al personal clave, por medio de un adecuado proceso de transición y comunicación. Recordar que las empresas son el reflejo de su personal y este debe sentirse apreciado y considerado, y nunca sujeto de venta como “parte del “paquete” con carácter de mercancía. En ello tenemos un papel importante que jugar los especialistas de recursos humanos.
Por:
Ing. Ronald David Echeverría
Director General
Firma –ACE- Asesores y Consultores Empresariales
Página web: http://www.acesuconsultor.com
Autor: Tecoloco.com
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